Ana Galindo
“Mi mamá fue atleta y fue gimnasta del Seguro Social en niveles nacionales. Mi abuelo la impulsó mucho al deporte y le decía que quería que fuera a las Olimpiadas, eso se hizo un sueño generacional. Él la mandó a Cuba a estudiar educación física y después se especializó en gimnasia. Vino a trabajar a Nayarit y le dieron la oportunidad de ser entrenadora de gimnasia. Empecé a hacer gimnasia a los tres años de edad. Me empezó a gustar porque mi mamá me traía siempre de chiquita, ella es entrenadora de gimnasia rítmica y pues así fui creciendo. Tengo dos hermanas, la grande fue gimnasta en su tiempo, a la segunda no le gustó y ahorita está haciendo atletismo. Mi hermana mayor está trabajando con mi mamá con las niñas que van iniciando. En la gimnasia rítmica se implementa el uso de cinco aparatos: el aro, la pelota, la cuerda, las clavas y la cinta, esos son los elementos característicos de este deporte. Se califica la estética, la forma y la dificultad de los movimientos, la amplitud y el mensaje que da la gimnasta en su expresión. Es un tipo de combinación de la gimnasia artística y el ballet. A partir de las Olimpiadas de Los Ángeles en el ochenta y cuatro es que se hace un deporte olímpico. Yo había tenido unas maestras de iniciación, tuve maestra de quintetas y luego empecé a entrenar con mi mamá. Era un poco complicado trabajar con mi mamá porque a veces lo que hacíamos en el gimnasio no se quedaba ahí, llegaban los jaloncitos de greña hasta la casa. Eso me hizo querer hacer las cosas mejor y hacerme responsable de mis entrenamientos. Hubo un tiempo en el que yo ya me quería salir, pero mi hermana fue campeona nacional en cuarteta, me llegó una inspiración extra para poder hacer lo que ella hacía y poder llegar más lejos. Me salí un tiempo y entré a taekwondo, me fue bien, era buena y tenía mucha flexibilidad, pero despidieron a mi maestro. A mi mamá no le gustó y pues regresé a la gimnasia. Mi hermana se fue un año a estudiar a Estados Unidos y entonces yo decidí también salir. Hubo unas pruebas para ir al Centro Nacional de Alto Rendimiento y mi mamá me llevó. Fui seleccionada para el conjunto juvenil, en ese entonces tenía once años. El primer año no se pudo lograr hacer ese proyecto y fui escogida para hacer individual. Ese año fui campeona nacional en el aparato de clavas y subcampeona de aro en olimpiada nacional 2016. Ese mismo año hubo un Panamericano en Yucatán, se pudo conformar el conjunto juvenil y obtuvimos tres medallas de oro. Al siguiente año fue el Campeonato Panamericano Juvenil en Daytona, Estados Unidos, y tuvimos tres medallas de plata. Durante el dos mil dieciocho estuve trabajando con el conjunto B, que son las niñas que todavía no tienen la edad o les falta un poco más de trabajo para entrar al conjunto A. Yo no tenía la edad, tuve que trabajar muy duro para que mi entrenadora se diera cuenta de que yo quería y de que yo podía dar más. En dos mil diecinueve entré al conjunto A, vieron que estaba dando bien los resultados. Me costó un poco más el paso del juvenil al B, cambié de entrenadora por una un poco más exigente, pero pues damos los resultados así que está perfecto. Tuve la oportunidad de ir a Juegos Panamericanos, obtuvimos nuestras dos medallas de oro y una de plata. Fuimos al Mundial en Azerbajan, en donde obtuvimos el lugar once y pues ahorita estamos trabajando muy duro para poder llegar al continental y obtener nuestra plaza en los Juegos Olímpicos del dos mil veinte. Tenemos que ser las primeras calificadas y obtener el oro en el continental para poder ir a Tokyo. Mi plan es clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokyo y lograr quedarme en el conjunto mayor otros cuatro años para poder también ir a los juegos de París, tengo que seguir trabajando muy duro. Tengo cuatro años en el CENAR, ha sido una experiencia muy buena, he conocido muy buenas amistades con las que yo creo que me voy a quedar toda la vida. Tengo muy buenas compañeras, muy buenas amigas y una entrenadora muy exigente que sabe cómo hacer su trabajo para que hagamos las cosas bien y seamos buenas también fuera de la gimnasia. Estudio en línea ya que entrenamos muchas horas diarias y no podemos ir a una escuela presencial. Se necesita mucha disciplina y mucha mentalidad como en todos los deportes, hay que tener los objetivos bien claros porque no es fácil. Quisiera ser entrenadora en un futuro al igual que mi mamá, pero también me gustaría intentar otras cosas.”
Ana Galindo, 16 años
Gimnasta
Ella es #nayaritadelcentenario
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