Oliver Romero
“Mis padres son comerciantes. Desde hace como treinta años ellos venden dulces, son comerciantes ambulantes en el centro de Tepic. Mucha gente los conoce como don Chava y doña Chepi, ellos venden en la esquina de Amado Nervo y México, ahí tienen su negocio de semillas y cacahuates en unas jabitas. Gracias al esfuerzo de ellos he podido sacar mi carrera. Yo no tengo parientes abogados ni ningún pariente con profesión. Soy el más chico de siete hermanos, ninguno de ellos tuvo estudios, yo soy el primero que va a sacar una carrera. A mí siempre me ha parecido injusto la forma en que se trata a los comerciantes, desde chico sabía que quería hacer algo al respecto y por eso estudié derecho. Para ayudar a los gastos de mi casa yo trabajaba y estudiaba, trabajaba en el negocio de mis papás y daba clases de activación física. Entré a la universidad a estudiar leyes y estoy por titularme, estoy haciendo una tesis respecto a las candidaturas independientes. Estoy escribiendo también un libro, es más que nada una historia de mi casa y de cómo he vivido. Cuando era chico yo era muy humillado por mis compañeros porque mis papás eran comerciantes. Se burlaban, me pegaban y todo ese tipo de cosas. Estoy muy orgulloso por ser el primero en mi familia en tener una carrera, lo que yo quiero es darles en algún futuro una mejor vida a mis papás.”
Oliver Romero, 24 años
Estudiante
Él es #nayaritadelcentenario
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