Isidro Castellón

08/28/2019

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“Soy originario de San Pedro Lagunillas, un pueblo hermoso. Ahí me críe. Es un pueblo con un clima agradable y gente muy amistosa, todos se conocen. En el tiempo que yo viví allá había como ocho mil habitantes, ahorita son como tres mil, la mayoría emigra a Estados Unidos. Los muchachos que no quieren seguir estudiando, tratan de venirse para acá a buscar mejor vida. Mi mamá tiene muchas tierras de cultivo, éramos cuatro de familia y pues a mis hermanos les gustó el campo. Yo soy el último. A mí me tocó ir a la escuela, soy el único que tengo carrera de los cuatro. Mi infancia fue de pura escuela, el campo casi no me gustó, terminé la preparatoria y estudié contaduría en Compostela. Soy contador público, hice mi carrera pero cuando la terminé se me hizo muy difícil encontrar un trabajo que me pagara lo que yo quería ganar. Trabajé en las oficinas de la Secretaría de Educación Pública en la Ciudad de México, estuve allá como cuatro meses y no me gustó la forma de vida. Saqué mi pasaporte y la visa estando allá, en ese entonces las visas eran indefinidas. Regresé a Nayarit y mi mamá decidió venir a Estados Unidos a visitar a mis tres hermanos que ya vivían acá. Me invitó, yo pensaba buscar trabajo cuando regresara a México. Mi madre se regresó, pero yo ya me quedé aquí. Tengo viviendo aquí treinta años, emigré a este país a los veintidós. Como todo mexicano, y como buen nayarita, emigré por falta de trabajo en mi estado. Inicié abriéndome las puertas en este país trabajando en un restaurante. Inicié en la cocina de ayudante, después fui mesero, cantinero, y fui el gerente general de todo el negocio. A los tres años ya tenía mi residencia legal. Fui gerente de ese restaurante por catorce años, con el tiempo me ayudaron a conseguir el trabajo que ahora tengo. Ahorita tengo veinte años trabajando en el puerto internacional de Los Ángeles, estoy en la importación y exportación internacional. Le doy gracias a Dios porque me ha abierto las puertas en este país. Tengo todo; salud, tengo familia y un muy buen trabajo. Me quedan seis años más de trabajo para pensionarme y poder disfrutar más de mi estado y mi país, porque en realidad no lo conozco completamente, me vine muy joven. En la Federación ya tengo como quince años, formamos un club que se llama San Pedro Lagunillas, del cual actualmente soy presidente. Tenemos quince años con el club, la mesa directiva de la Federación nos invitó a que formáramos un club. Hicimos una posada en diciembre en donde invitamos a toda la gente de San Pedro; esa noche se llevó a votación y fui elegido como presidente. Lo que hago para la Federación lo hago de corazón porque Dios me ha bendecido de gran manera. Hemos llevado muchas obras, llevamos la clínica de rehabilitación, reconstruimos todo el templo, damos becas cada año a estudiantes de primaria, secundaria y prepa, hemos entregado computadoras a universitarios. Las necesidades son grandes en nuestro municipio y estado, nos hemos dedicado a apoyar para la salud y la educación. He tenido cuatro puestos diferentes en la FENINE, ahora me tocó ser presidente. Éste es mi segundo término como presidente, me reeligieron hace algunos días, vamos a echarle más ganas y hacer las cosas mejor. Dos años pasan muy rápido, pero en este puesto uno aprende demasiado. La Federación ya creció demasiado, el objetivo ahora es enfocarnos en ayudar más a nuestro estado. Vamos a llevar más becas, a dar apoyo en más escuelas y a dedicarnos más a la salud del estado.”