Palabras a la Universidad Autónoma de Nayarit por JGM
“Decía el filósofo español Manuel de Unamuno, un ilustre rector de la Universidad de Salamanca, que ‘no basta pensar’, que hay que ‘sentir nuestro destino’.
Este preclaro rector de la Universidad de Salamanca, cuyo padre vivió por años en Tepic, como empleado de la Casa de Aguirre, sin conocer su pensamiento quizás me estimuló, para ‘sentir mi propio destino’.
Tal vez, quizás eso me hizo luchar, para hacer un esfuerzo cada vez mayor y dejar primero el paraíso vegetal de Aután y después la bella y tranquila ciudad de Tepic, para ir tras la educación.
Mi primera Maestra de primaria fue Carmen Solís, una jovencita originaria del Venado, municipio de Ruíz, que llegó acompañada de su abuelita al ejido donde vivíamos. Fue mi primer contacto con un mundo para mi desconocido.
Llegó a Aután en el primer año de la década de los 30´s, para abrir la escuela. La maestra fue a visitar a todas las familias para pedirles permiso a los padres para que dejaran ir a sus hijos a la Escuela Primaria que era de organización incompleta, sólo de tres años.
Mis padres alentados por la petición de la Maestra, me dejaron ir a la Escuela a cursar el primer año de una primaria establecida en una casita localizada al final del rancho, con techo de palapa, sin paredes, sin mobiliario, porque cada niño tenía que llevar su silla.
La Maestra Carmen Solís me estímulo para que considerara a la Educación como un primer esfuerzo de una preparación permanente para servir al país.
Ella me condujo con esmero en esta primera etapa, en el largo camión de la educación escolar.
Pasé tres años gozando de ese afecto y tratando de descubrir un mundo para mí desconocido, pero la escuela no tenía otros grupos, ya que no ofrecía primaria completa.
Mis padres quizá buscando proteger mi futuro, ya que no podía continuar estudiando, al completar el Tercer Año, me mandaron a la Capital del Estado para aprender un oficio y aprendí la Sastrería y la Peluquería, oficios que ejercí en Aután posteriormente.
Después de ejercer estas actividades, sentí ‘que no era mi destino’, y volví a pedir a mis padres que me dejaran ir a Tepic para terminar la escuela primaria, petición que aceptaron y me inscribí en la Escuela Primaria Francisco I Madero, que dirigía la Profra. Ramona Ceceña, de quien recibí también consejos y orientación que me sirvieron en la vida. Allí terminé la primaria.
En 1942 gané una beca para ingresar al internado de Enseñanza Secundaria Federal para Hijos de Trabajadores de Tepic, donde cursé la Secundaria del ´42 al ´44.
Entonces no había Universidad de Nayarit y me trasladé a la ciudad de México para proseguir mis estudios superiores. Ingresé de inmediato al Internado del Penthatlón Deportivo Militar Universitario, donde nos daban alimentación e instrucción militar, Institución que había formado el Secretario de Salubridad y Asistencia de entonces, el Dr. Gustavo Baz.
A 3 cuadras del internado, por la misma calle de Serapio Rendón, estaba el Colegio de Enseñanza Superior que diría un personaje de la vidad intelectual y política de México, el Maestro José Vasconcelos, donde me inscribí.
En el Colegio de Enseñanza Superior eran frecuentes las visitas de personajes de la vida intelectual del país, para visitar al Maestro de la Juventud, José Vasconcelos quien se veía con frecuencia con destacados escritores, periodistas y artistas.
El Colegio de Enseñanza Superior, tenía un grupo de excelentes maestros, empezando por el propio Director.
El licenciado José Vasconcelos tenía una colaboración semanal con algunos de los Diarios de México más importantes del país y la forma de escribirlos era para ‘pararse’ frente a la secretaria, dictar su colaboración, incluyendo puntos y comas y al final, estaba ahí el enviando el periódico a quien se le entregaban las cuartillas, la mayor parte sin revisarlas.
Ahí conocí también, a varios de los jóvenes de entonces que fueron los ‘oradores’ de su campaña cuando se lanzó para alcanzar la Presidencia de la República: Andrés Henestrosa, Adolfo López Mateos, Alejandro Gómez Arias, entre otros.
El Maestro Vasconcelos después de ser Rector de la Universidad y Secretario de Educación, con el Presidente Álvaro Obregón, pensó alcanzar la Presidencia de la República, quizás sin atender las ‘sutilezas de la política nacional’ del país de entonces, dirigida por el General Plutarco Elías Calles.
El maestro José Vasconcelos no fue Presidente de México y se fue al exilio.
En 1945 el Maestro Vasconcelos dirigía el Colegio de Enseñanza Superior de la Ciudad de México con un importante grupo, como dije, de excelentes maestros.
El Maestro Vasconcelos daba la clase de Filosofía y me inscribí con él, para oír sus interesantes conferencias, no solamente de temas filosóficos sino educativos y sociales: los exponía con tal claridad, que nos dejaba satisfechos e interesados en los problemas que tocaba.
Vasconcelos fue mi maestro durante dos años en el Colegio y al final, lo digo con satisfacción, gocé de algunas consideraciones de este personaje.
Cuando tuve que asistir a un Congreso de Estudiantes en Holanda, durante la postguerra, yo quería visitar España, pero México no tenía relaciones diplomáticas con el General Franco que nuestro país, no reconocía como Gobierno.
Acudí con mi Maestro Vasconcelos para recibir consejo y me dio una carta para el Director del Instituto de Cultura Hispano Americano con sede en Madrid, carta que me abrió las puertas para conocer algunos de los centros culturales más importantes de la Capital de España.
A mi regreso de Europa, le di las gracias y me preguntó sobre mis experiencias.
Debo decir, que el contacto con un intelectual tan prestigioso, como José Vasconcelos, me inculcó sin duda, el amor por la educación y la cultura, elementos que me han servido en la vida para realizar esfuerzos y lograr instituciones educativas que sirvan a la colectividad.
El maestro Vasconcelos cuando fue Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, le dio su lema ‘Por mi Raza hablará el Espíritu’, una reminiscencia lejana al lema que sugerimos para nuestra Universidad ‘Por lo nuestro a lo Universal’.
Hoy a 50 años del nacimiento de la Universidad Autónoma de Nayarit vemos con agrado a los miles de jóvenes estudiantes que cursan diferentes carreras en ella, sin tener que trasladarse fuera del Estado causando trastornos psicológicos y económicos a sus padres al proseguir sus estudios profesionales fuera de Nayarit.
Quiero felicitar a todos los trabajadores de la Universidad Autónoma de Nayarit que con su esfuerzo ha logrado consolidar un centro de cultura nacional sobresaliente, felicitar a los maestros, a los trabajadores administrativos y a los estudiantes, especialmente al señor Rector de la Universidad, Maestro en Ciencias, Jorge Ignacio Peña González, trabajador esforzado en beneficio de la Educación Superior del Estado.”
Agosto 19 del año 2019
Dr. Julián Gascón Mercado