Agua de rosas / El acoso no es gracioso
Agua de rosas/ El acoso no es gracioso
Lourdes C. Pacheco Ladrón de Guevara. Voces de mujeres/Literatura
Estaba en la parada de autobús para regresar a mi casa como todos los días. Dos sujetos se acercan, uno enciende un cigarro mientras el otro me mira. Siento la mirada que me desnuda. La lámpara de la calle parpadea y, de pronto, mis manos empiezan a sudar. El tipo del cigarro se acerca poco a poco, retrocedo, pero el otro se coloca detrás de mí. El del cigarro intenta besarme, pongo mi bolsa frente a mis pechos como si fuera una barrera. La gente que también espera el transporte ha de pensar que son mis amigos porque siguen mirando sus celulares. Me duele más esa indiferencia.
Al día siguiente lo volví a ver cuando regresaba a clases, lo reconocí por el cigarro. Me pasé a la otra banqueta y me gritó: “¿lo reconoces? Lo arranqué de tu casa”, “así voy a arrancarlos todos hasta que te encuentre”. Entré a la escuela y le conté a una amiga. Ella le habló a una maestra. Nos salimos de clase aunque el maestro que nos tocaba nos amenazó con reprobarnos. La maestra me preguntó si lo conocía. Le dije que no, sólo que lo había visto en la parada del transporte. Me preguntó por mi familia, con quién vivía. Ella hizo una llamada porque yo no podía pensar nada.
Perdí el año escolar, vivo en Ciudad de México. No quiero regresar.
Fotografía: https://www.freepik.es
Excelente como siempre mi amiga Lourdes Pacheco, en estos casos me llama la atención que los seres humanos ante un peligro nos quedamos mudos en vez de gritar a los cuatro vientos, pedir ayuda, emitir un discurso en contra de los actos delictivos, te mando un fuerte abrazo !!