Ernesto Armenta
“Soy ciego de nacimiento. Mi familia siempre ha sido fundamental para mí. Toda mi familia ha sido importante, todos te ayudan a desarrollarte de diferentes maneras. Siempre hemos luchado para tener una educación. Siempre tuve la convicción de aprender más y tener una educación como la de otros. Estudio la licenciatura en derecho, desde el kínder tratamos que se nos aceptara en una escuela normal. Se hizo un grupito pequeño con otros ciegos, estuvimos aprendiendo Braille y ábaco. Yo, como ciego, utilizo el sistema Braille y la computadora. El sistema Braille es un sistema de lectoescritura basada en seis puntos con los que se forman los signos. En la primaria estuvimos realizando luchas continuas para que nos aceptaran. Me sacaban ficha en la escuela sin decir que era ciego para que no me rechazaran. Los maestros a veces no querían o no sabían cómo manejarnos. Se peleaban los directivos porque no querían hacernos examen Enlace. En la primaria había libros especializados en Braile. En la secundaria ya no, me leían. Estudié en la secundaria trece, ahí tuve algunos problemitas con el maestro de computación. Una mamá decidió demandarlo pero se jubiló antes. En la prepa empezó a ser más fácil, mucho más fácil. Estudié en la prepa uno, tuve maestros que no decían no. A pesar de que no sabían, siempre decían “adelante”. En la universidad es igual, con la idea de que se puede aprender y que se pueden hacer las cosas. Los maestros siempre han sabido cómo ayudarnos, y si no, nos preguntan. Actualmente, el problema es con los libros, no hay libros en el formato adecuado. Libros literarios hay muchísimos, académicos no tanto. Si yo compro un libro, tengo que poder leerlo. Fuera de eso, todo lo demás ha marchado sobre ruedas en la universidad, todo ha sido genial. Hay un convenio que ya ha sido ratificado por veinte países. La idea del convenio es que puedan circular textos académicos para personas que no pueden leer tinta sin afectar los derechos de autor. La idea es que lo implementen los estados y no se quede como un convenio ratificado. Con el derecho puedes hacer presión, nosotros como personas con discapacidad podemos hacer algo si nuestros derechos son violentados o tenemos una disposición que no nos permita desarrollarnos como personas. Ahora con los juicios orales, uno como persona ciega puede tener más amplitud y más desarrollo.”
Ernesto Armenta, 22 años
Estudiante
Él es #nayaritadelcentenario