Hugo Rodríguez

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Hugo Rodriguez

“Yo crecí en el barrio de San Isidro, nací en Tepic. Desde chico me gustó pintar a mí, me gustó dibujar. Mi abuelo tenía un terreno en lo que es La Laguna, yo iba a ayudarles a regar las plantas y a sacar agua del pozo para ponerle a los aguacates y a los naranjos que había ahí. En ese lugar había una lomita que siempre me llamó mucho la atención, yo subía y entonces me gustaba ver el paisaje, me hice paisajista más que nada. Entonces Tepic era pequeño y se alcanzaba a mirar toda la ciudad. Se oía el rumor de la gente cuando estaba platicando, los niños gritando, el tren que pasa por ahí también. Para mí era difícil dibujar, tenía las ganas pero nunca me animé. Cuando me decidí quedé mal, pero de alguna manera logré aprender. Nunca estudié, soy autodidacta, eso me ayudó para expresar mi estilo, sencillo y autodidacta pero mi estilo. Soy profesor de escuela. Estudié mi carrera en Jalisco, terminé en el setenta y tres y trabajé casi dieciocho años en Nayarit. La mayor parte del tiempo la trabajé en San Blas, ahí quise rescatar la historia del puerto mediante la pintura. Lo que hice fue tratar de educar a la gente sobre la importancia histórica del pueblo. Pinté los primeros murales que hubo en la primaria, ya desaparecieron. Cuando me dieron trabajo en la secundaria también pintamos algo con respecto de José María Mercado y el Batallón de San Blas. Les gustó mi trabajo y fui asignado al Plan de Actividades Culturales y Apoyo a la Educación Primaria. Lo que hacía era ir a las escuelas o zonas escolares y enseñarle a los maestros la importancia que tenía la cultura en México y que en las escuelas se estaba descuidando. Ahí duré varios años y una de las actividades era ir a pintar murales a las escuelas, a los comisariados ejidales o a las plazas, era parte del PACAEP. Teníamos cursos en diferentes lugares de la República y eso me ayudó a conocer gente de todos los estados, se enriquece uno con eso. Nos invitaron a pintar murales en otros estados como en Jalisco. El jefe de los Servicios educativos de entonces, en una plática informal, me invitó a participar en un programa de intercambio con Estados Unidos. La idea era ir a enseñar español a Luisiana y pues al mismo tiempo aprender inglés. No lo pensé mucho y me aventé en el noventa y uno a Nueva Orleans. Aparte de hacer el programa del intercambio y enseñar el español a los niños, también hacíamos actividades culturales. Allá estuve seis años, se me renovó la invitación. Con el tiempo se me hizo bonito vivir allá pero no había oferta de trabajo base en Luisiana. Me platicaron que en Texas había oportunidad para maestros bilingües, en ese entonces ya medio masticaba el inglés. Me fui en el noventa y siete a Houston y ahí estuve trabajando hasta hace dos años. Fue una actividad muy bonita y relajante. Daba clases a niños hispanos y en los últimos tres años se me fue asignada la clase de arte en la escuela, ahí terminé mi carrera como maestro y me jubilé. Durante este tiempo, en los veranos, estuve trabajando con los historiadores de aquí, apoyándolos. Para esto había ya participado en varias exposiciones individuales. A una compañera que trabajaba en el Museo de los Cinco Pueblos se le ocurrió hacer una exposición con motivo de la fundación de la secundaria federal. Aparte yo quise rescatar el nombre de Manuel Uribe en la secundaria federal, él fue un músico que tuvo su carrera en Mexcaltitán y nació en el predio que ocupa la secundaria. Había una placa de bronce con su nombre en ese lugar pero se la robaron. Para rescatar su nombre, se pintó un mural en una pared de la escuela para que los muchachos de la escuela sintieran arraigo e identificación con su tierra Nayarit. Se pintó en otra pared un pasaje nayarita y un hombre huichol. Estoy en Estados Unidos todavía, tengo a mi hija allá viviendo ya con dos niños. Eso me tiene atado, aparte de que la vida es tranquila. Aun así no me desconecto de Tepic, salí de Tepic pero Tepic no salió de mí. Estoy allá y también comunicándome y planeando cosas acá, pintando cosas de lo que es poco conocido. Me gusta la pintura y me gusta escribir. Me di cuenta que para pintar me hizo falta escuela, ahora acudo al jardín de las letras. Ahora también escribo, tengo un libro ya, escribí poesía mayormente sobre mi estado. Tepic es una ciudad que ha inspirado a muchos artistas propios y extraños. Voy a seguir dándole lata a la gente para que nos apoye y se interese, para que los paisanos valoren lo que tienen.”

Hugo Rodríguez, 64 años
Profesor y pintor
Él es #nayaritadelcentenario
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