Ramón Miramontes

Tiempo de lectura: 2 minutosTiempo de lectura: 2 minutos

“Soy nayarita nacido en Estados Unidos. Soy hijo de padres mexicanos, los dos de Bellavista, del gran estado de Nayarit. Mi mamá vino con mi abuela primero, mi papá la siguió para este lado. Se acomodaron en California y a los quince años llegaron al condado de Orange. Nos quedamos aquí en Fullerton. Desde mil novecientos setenta y seis hemos estado en esta gran ciudad. Mis papás tienen aquí desde mil novecientos sesenta. Yo nací en Oxnard, California. Mi infancia fue muy buena, el estudio era muy importante y mis padres hicieron muchos sacrificios y recibimos el apoyo también de muchos maestros durante nuestra educación. Cada hermano pasó por los mismos maestros, mis padres los conocieron muy bien. Crecimos en un área en la que no había mucho latino en un principio, eso era difícil porque pues eran puros gabachos. Era importante que mis padres buscaran un lugar en donde nos pudiéramos apoyar nosotros mismos y crear una vida mejor en Estados Unidos. Cada dos años íbamos a Nayarit, nos íbamos los diez en una van, durábamos treinta y dos horas de Los Ángeles a Tepic. Yo me casé con una güera, su papá era coronel en el ejército y ella vivió en todo el mundo: Japón, Corea, Alemania, Nueva York, Colorado. Cuando me casé la llevé de luna de miel a Nuevo Vallarta, llegamos a Tepic también para pasar tiempo con mis tíos y mi familia también. Para mí era importante que conociera mi esposa Tepic y Bellavista más bien. Nos casamos en mil novecientos noventa y hemos regresado como cinco veces con nuestros hijos también. Ahora viajamos en avión a Tepic, Puerto Vallarta o Guadalajara, les encanta también la vida de México y tienen un gran afecto por el estado de Nayarit. Mis padres desde chicos nos enseñaron a trabajar y a estudiar, eso es lo que nos ha sacado adelante. Hicieron grandes sacrificios, mi padre trabajaba en la construcción y mi mamá en un hospital limpiando cuartos. Mis padres querían para nosotros algo mejor que lo que ellos tuvieron, sobre todo querían a la familia unida. Lo mejor es tener la familia cerca y apoyándote, todos tenemos ahora hijos y sobrinos, entre todos los apoyamos como nuestros padres lo hicieron con nosotros. Lo principal siempre fue la familia primero, el estudio y el fútbol; con esas tres cosas mis hermanos y yo salimos adelante. Jugamos desde chicos, como de cuatro años. Todos mis hermanos jugaban, mi padre nos llevaba al parque dos o tres horas diarias, él fue el que nos hizo. Fuimos al parque un día y llegó un entrenador a preguntar si jugábamos. El entrenador se había fijado que jugábamos bien y nos invitó a jugar en un equipo, fuimos y en ese tiempo comencé de ocho años. Mi padre se metió como entrenador a preparar a los equipos, en ese tiempo nadie pagaba a los entrenadores. Mi papá jugaba con los Coras de Tepic antes de llegar aquí, jugó tres o cuatro temporadas junto con varia gente de Bellavista. Decían que era la meca del fútbol en esa época, había siete jugadores de Bellavista que jugaban como titulares en el equipo. Aquí nos envolvimos en el fútbol como jóvenes para pasar el tiempo. Fuimos cinco hombres y dos mujeres, todos fuimos a la universidad. Yo fui a Vanguard University en Costa Meza, jugué futbol ahí y gané mi maestría en Azusa Pacific. En dos mil quince recibí mi doctorado en educación en USC. Empecé como maestro al salir de la universidad, terminé mi quinto año que es el internado y llegué al primer grado, tercero y después séptimo grado. Luego estuve como subdirector, como director después. En cada escuela tuve mucho éxito, fuimos la primera escuela en la Ciudad de Norwalk que recibió un reconocimiento del estado de California. En Fullerton fui director de una escuela que se llama Beechwood y recibí un reconocimiento como una escuela distinguida en todo Estados Unidos. Después de eso recibimos el programa International Bachelloriete, fuimos la primera escuela del condado de Orange en recibir también ese premio. Quise seguir con los resultados y me fui al condado de Los Ángeles como director de recursos humanos y trabajé con casi cinco mil empleados de esa zona. Tuve buenas experiencias, pero en ese mismo tiempo estuve estudiando para mi doctorado en liderazgo en USC. Cuando hice mi doctorado fui a Costa Rica a estudiar el sistema de escuelas de ahí enfocado en las ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas. Comparamos con las escuelas de acá y aprendí mucho, traje idea y mucha innovación al distrito. Cuando terminé mis estudios me vine a Buena Park como el asistente del superintendente de servicios educativos que trabajaba con padres, maestros, directivos y alumnos mejorando nuestros programas. Trabajé con él cuatro años y cuando se jubiló, la mesa directiva hizo una búsqueda para cubrir el puesto. Apliqué yo, la mesa directiva hizo una encuesta para saber qué necesitaba la comunidad y directamente fui yo a quien querían. Ahora soy superintendente de las escuelas del distrito de Buena Park. Me encargo de siete escuelas con una mesa directiva muy buena, con maestros y directores buenos, una buena comunidad al oeste de Fullerton. Apenas termino mi primer año en Buena Park, tengo ya veintisiete años trabajando en la educación en general. Ésta es la tercera generación de los Miramontes en Estados Unidos, mis hijos siguieron los mismos pasos estudiando y jugando fútbol. Tengo tres hijos, el mayor jugó también fútbol en Vanguard University donde yo jugué. Se graduó con una beca en educación también, quiere ser director de escuelas. Mi hija está jugando fútbol también en Vanguard y quiere ser maestra de primaria, le faltan dos años para terminar su maestría. El más chico jugaba para la academia de Los Pateadores de esta ciudad, está en la secundaria. Lo que quiero para ellos es que tengan una mejor vida que la que tuvimos yo y mi esposa, y que sigan felices estudiando y unidos con la familia. Voy a trabajar unos diez años más, jubilarme y visitar todo el mundo. Quiero ir a más partes de México, a Nayarit de seguro, y pasar un buen tiempo por allá. Conocer más partes de la república, ir a España también y a Alemania, de donde es mi esposa.”

Ramón Miramontes, 50 años
Superintendente de servicios educativos 
Él es #nayaritadelcentenario
(394)

También te podría gustar...

Tu opinión para nosotros es importante

A %d blogueros les gusta esto: